27 de septiembre de 2012

LA GRANDEZA DE ESTE DEPORTE

 

Esta gesta es digna de un sitio en nuestro blog.

 

viernes, 7 de mayo de 2010

Ser fuerte en lo grande...





"Para ser fuerte en lo grande hay que hacerse fuerte en lo pequeño"
Esta es la historia de un ganador, pero la singularidad de estas pruebas es que no hay uno sólo, cada uno de los que se enfrentan a sus límites lo es. He sido testigo emocionado, esta vez desde fuera, de sus historias.
Va la primera de ellas...
Recordar: del latín re-cordis, volver a pasar por el corazón.
Traigo a mi mente, desde el corazón, la historia de unos grandes deportistas, anónimos, discretos...grandes.
Mi hermano Gerardo (para los que aún no lo sepan es hermano del desierto, allí donde se fraguan fuertes vínculos), tenía ganas de competir; sólo habían pasado varios días desde que llegó del desierto en donde había hecho una enorme carrera. Aún sin recuperar se enfrentó a la Breña, a la dura Breña, arena, cortafuegos, subidas y bajadas...iba cuarto a las pocas vueltas; aprovechó una oportunidad y, cuando los que iban por delante estaban bebiendo agua y comiendo, salió con su tuperware de pasta y se la comió por el camino...pero tuvo un problema físico y el que iba detrás, el segundo, Rafa (Fali el coleta, el hombre de la eterna sonrisa en la boca) se paró, pasó de la clasificación y le ayudó a estirar, pues los calambres de Gerardo eran serios, se quedó con él hasta que estuvo bien. La carrera sigió, eterna, vuelta tras vuelta y Gerardo consolidó su primera posisición sacando a Fali cerca de 50 minutos o más de diferencia.
Eran las 6 de la madrugada, la humedad, el frío eran intensos, agotado, después de tres días de casi no dormir, Hugo, el segundo director de carrera me obligó a echar una cabezada, no había dormido ni una hora cuando Hugo llamó a la puerta de la autocaravana.
- Julio, tienes que ver esto.
Mi hermano "El tito" Gerardo se había sentado a 100 metros de la meta, llevaba allí un buen ratos, tenía calambres muy dolorosos, su mujer Carmina le animaba a que entrara en meta, él negaba una y otra vez: "Tengo que esperar a Fali, él me ha ayudado y es el ganador", cuando vi a mi Hermano, después de haber recorrido 153 kilómetros sin parar la emoción me embargó, me abracé a mi buen hermano.
-Me vas hacer llorar, me dijo.
Se pudo tomar un café muy dulce que le llevé, antes todo lo había vomitado.

Pasaron muchos minutos, eternos, hasta que Fali asomó por la vaguada, fueron momentos de una intensidad emocional enorme, no sólo se estaba materializando el sueño, la carrera estaba llegando a su fin sin graves incidencias médicas...y ahora este final...


Esta es la Historia de dos atletas de talla sin igual; Gerardo el hombre discreto, competitivo y a la vez capaz de ceder su puesto, tan duramente conseguido, a quien le ayudó. De Fali el hombre que siempre sonríe, siempre dispuesto a ayudarte. Esta es la historia de una leyenda, la leyenda que queda en nuestros corazones, la leyenda que hace que este noble y duro deporte sea fuente de inspiración para que otros sigan la senda del buen deportista y del ser humano que da lo mejor de sí mismo...en busca de el límite que nos hace mejores...
¡Quien resiste vence!
Sed felices o, al menos, intentadlo...

4 comentarios:

  1. Mañana compartiremos con ellos esas duras arenas, cortafuegos subidas y bajadas LA BREÑA , y posiblemente la lluvia.

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  2. Gracias Sera por compartir esta Entrañable Historia que nos demuestra el grado de compañerismo y solidaridad que se puede alcanzar con este deporte que demuestra que la amistad y el compañerismo está por encima de los tiempos y las clasificaciones.

    Me encantaría poder conocer en persona a Fali y a Gerardo y un honor fotografiarnos con ellos.

    Un abrazo compañero.

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  3. Las únicas montañas que quedan por conquistar están en nuestra conciencia y estas dos personas hace tiempo que las conquistaron, demostrando que muchas veces lo humano trasciende lo meramente deportivo.
    Fran no te preocupes que te harás esas fotografías.
    Saludos.

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  4. Emocionante tu relato, me ha encantao, desde luego eso es lo maravilloso del deporte, encontrarte con personas asi. Muy bella historia.

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